Por: Paul Pérez Rioja
Pues si lo dijeron los colombianos del Grupo Niche, es por algo. Es que hoy la selección peruana mas que ganar un partido -que lo instauraba en las semifinales de la Copa América- ha recuperado algo que hace muy poco tiempo lo veíamos demasiado lejano , el respeto del continente. Y no es brujería, aunque su cabeza tenga el apelativo de “Mago”, es trabajo.
Sabiendo cual era el papel que tenia que desempeñar, los guerreros de Sergio Markarian salían al Mario Alberto Kempes de Córdoba a enfrentar a la favorita Colombia, con los números estadísticos a su favor, ¿la historia se impondría sobre la actualidad o la actualidad sobre la historia? La historia pesa, y la responsabilidad también.
La que se encargo de tomar la iniciativa fue la selección cafetera que tuvo a un incisivo Dayro Moreno, que batallo solo por el sector derecho, Colombia mantenía la posesión del balón, pero Perú se defendía con mucho orden, apelando a las arremetidas de la sociedad Vargas- Guerrero para intentar abrir el marcador, entre mas fricciones que buen futbol se fue la primera parte.
En la segunda mitad, se le vio a una Colombia mas decidido a atacar el pórtico inca, Guarín estuvo mas comprometido con el juego, Falcao retrocedía a pedir balones, y Moreno incansable se adueñaba de la banda derecha. Sobre los 60’ y tras un largo pelotazo Moreno es derribado dentro del área por Alberto Rodríguez, el árbitro de la contienda no dudo un instante, penal. El encargado de cuadrarse frente a Fernández y el esférico fue Radamel Falcao, que de una manera displicente, boto el tiro de los 12 pasos. Ahí inicia otro partido, Perú se adueño por momentos de las acciones, aunque sin progresar mucho en ataque, Rodríguez, Vargas y Guerrero se inmolaban cada uno en su zona, olía a alargue y así se dio, no sin antes sufrir primero un disparo de Moreno, luego otro de Guarín, ambos en el travesaño.
Los tiempos suplementarios serian una historia distinta, Perú espero, espero y espero; y de tanto esperar una tenia que llegar, bueno fueron dos, Lobatón en el 102’ aprovecha una mala salida de Martínez y de un derechazo con arco desguarnecido hacia estallar a 30 millones de corazones; y por si les parecía poco, apareció el loco, para con su gol a falta de ocho, decir que Perú se viene recuperando de aquel alzhéimer al que no se le encontraba cura, señores hemos recuperado la memoria.
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