Por: Paul Pérez Rioja
¿Sorpresa? Para los que hemos seguido toda la preparación de la selección peruana desde que asumió el mando Sergio Markarian, no; para los demás quizá, si. Por eso hoy la selección peruana no hizo mas que ratificar – una vez- sus fortalezas y dificultades, Uruguay no se si da para pensar en la decepción, pero se esperaba un poquito mas del cuadro charrúa, al menos un poquito mas, a sabiendas de que Perú llegaba diezmado y la celeste completa (excepto Godin).
El partido en sus primeros minutos fue trabado, con imprecisiones den ambos cuadros, fue difícil encontrar a un claro dominador, pues ambos se prestaban la pelota constantemente. Sobre los 23’ dela primera fracción Michael Guevara –tras un córner- recoge un balón casi sobre la medio luna del área de Perú, levanto la cabeza y metió un pase milimétrico de casi 35 metros, Pereyra y Lugano se encontraban mal parado, y esto lo aprovecho Guerrero, que gano la primera batalla que tuvo con Muslera, eludiéndolo de gran manera y poniendo así el uno a cero.
Uruguay sintió el golpe e intento recuperar con arremetidas de Cavani, Suarez y Forlán, pero se topo con Acasiete y Rodríguez que tuvieron una actuación impecable. Sobre los 45’ un error en
salida de Vílchez, no pudo ser corregido por Yotun, el que si aprovecho fue Lodeiro que metió un pase al vacio que dejo mano a mano a Suarez con Fernández, el delantero del Liverpool demostró toda su categoría y definió raso sobre la mano izquierda del golera peruano, uno a uno, y al descanso.
En la etapa complementaria, como era de esperarse Uruguay tomo la iniciativa y trato de sacar ventaja lo mas rápido posible, tuvo un par de ocasiones Forlán que para bien de los interés peruanos no se concretaron en gol, a medida pasaban los minutos y no caía el gol charrúa, Perú fue creciendo en su juego, el ingreso de Lobatón y sobre todo de Vargas también ayudaron a eso.
A falta de cinco para el final, un desborde del extremo de la Fiorentina dejo en inmejorable posición de gol a Paolo Guerrero que esta vez en la segunda batalla no pudo con Muslera, su testazo paso cerca.
La sensación que queda es que el resultado fue justo, ninguno de los dos hizo tan bien las cosas como para ganarlo, ni tan mal como para perderlo, a pesar de ellos los sabores de este punto son distintos.
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